Maridajes

Fumar un buen habano es un placer que cada cual vive a su manera, disfrutando de la gama de aromas del cigarro o maridándolo con otros productos para aportar nuevas sensaciones. Lo más habitual es acompañarlo con bebidas espirituosas como whiskies, rones o brandis, pero el habano es un producto muy versátil que combina bien con las mejores variedades de cafés y tés, chocolates, canapés o vinos.

Y es que el mundo del vino y del Habano comparten mucho: la importancia de la tierra de origen, de las variedades de la planta, de la tradición, del tiempo y del saber hacer. El vino con el que mejor marida un habano varía principalmente en función del perfil de fortaleza de este último. Con Habanos suaves-medios combinan bien vinos blancos con un poquito de volumen, como el Chardonnay, o tintos ligeros y jóvenes.

Con Habanos medio-fuertes maridan bien vinos tintos, de reserva o gran reserva, y dulces y fortificados como los de Jerez. Para estos, un habano ideal sería el Diplomáticos Colección Privada II Edición Regional, que se comercializa en exclusiva y en cantidades limitadas para el mercado español. De vitola de galera Edmundo, con cepo 52 y 135 mm de largo, está envuelto por una atractiva capa color carmelita. Con una fortaleza media-fuerte, su fumada es larga y agradable. Su aroma ofrece recuerdos tostados y especiados, con un postgusto dulce con matices de miel, frutos secos, canela y vainilla. Se presenta en cajas de madera semi-boite nature numeradas con diez cigarros cada una.